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Si a oscuras y en silencio te vieras de pronto asaltado por el crepitante gemido de una red al paso del balón y no sintieras estremecer algo muy adentro, será que el baloncesto no es el centro de tu vida. Corre pues a disfrutar de ella.
Meditaciones y delirios del aro. Repensar el Baloncesto.
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