17.12.05

LI

Por la voluntad de ganar escribió el baloncesto sus episodios más épicos. Por la de crear, los más hermosos.

L

Nada hay que temer de la evolución, salvo que llegue el día en que la intervención de la fuerza separe definitivamente a la inteligencia de la victoria.

XLIX

Quien corre y hace correr, piensa y juega a la vez. Quien no corre nunca, solamente piensa. O eso parece.

XLVIII

No todo compromiso triunfa, pero nada triunfa sin él.

XLVII

Hay entre los jugadores niños y adultos. Pero no por lo que tan a menudo se cree. Sino porque unos se divierten y los otros no.

1.12.05

XLVI

Figura el baloncesto un triángulo isósceles cuyos lados mayores representan a jugador y espectador. Adivinen quién detesta ocupar el lado pequeño.

XLV

El valor de un jugador puede medirse por la cantidad de balones que recibe. Pero aún más por el número de ellos que no espera.

XLIV

Una canasta vale el doble que un tiro libre, cuyo valor es la tercera parte de un triple. Y en los tres casos se repite la misma acción: el balón atraviesa el aro. De manera que todo lo que precede a la canasta tiene que ser demasiado valioso como para que semejante argucia proporcione a este deporte tantísima atracción. 

XLIII

Pasar mucho no significa pasar bien. Pasar mucho en el baloncesto puede ser ejemplo del que lo entiende y del que se desentiende.